Sabemos que hay un plan de Dios en la formación y salvación de cada nación y pueblo. Conocer el origen, la cultura y la lengua de los pueblos debe de ser una prioridad de la iglesia para llegarles con el evangelio. Las civilizaciones que se han ido sucediendo en la historia, desde la antigüedad hasta el presente, no siempre han reflejado el plan original de Dios. El mandato del Señor es que seamos luz de las naciones a fin de que la salvación llegue hasta lo último de la tierra. Debemos saber la historia de los pueblos para alcanzar el futuro que nos espera. En el cielo habrá una gran multitud de todas las naciones y pueblos y lenguas ante el trono de Dios. Cuando estudiamos la historia de pueblos y civilizaciones estaremos mejor capacitados para comprender las diferencias que existen, pero también lo que nos une. ¡Dios, de una sangre, ha hecho todo el linaje de los hombres!
Es bueno estudiar las religiones que tienen influencia en la sociedad para que, conociendo sus orígenes y creencias, tengamos un mejor diálogo y podamos, de una forma relevante, presentar el evangelio. Al estudiar las religiones del mundo notamos que hay similitudes que indican el origen común de la humanidad. Esta memoria colectiva está en el inconsciente de cada persona y brota de vez en cuando en leyendas, tradiciones y religiones. La mayoría de los grandes fundadores de estas religiones vivieron cuando el pueblo de Israel estaba cautivo en Babilonia. Algunas influencias más recientes son sincretistas y buscan denominadores comunes en todas las religiones. Conociendo las inquietudes espirituales que permiten la expansión de estas religiones podremos
mejor comunicar la respuesta ¡Dios quiere que todos lleguen al conocimiento de la verdad y sean salvos.
En esta segunda parte de Teología
Sistemática tratamos los temas de la salvación, el Espíritu Santo, la unión con Cristo, la iglesia y los últimos
tiempos. En una forma amplia buscamos las bases bíblicas y las diferentes
expresiones a través de la historia de la iglesia. Buscando un denominador
común encontramos una variedad de conceptos que enfocan las verdades bíblicas
desde diversos puntos de vista. Esto lo vemos en los elementos de la salvación,
el gobierno de la iglesia y las ordenanzas instituidas por Cristo. Es muy
importante para todo creyente ver los acontecimientos escatológicos
considerando al pueblo de Israel, la situación en el mundo y la función de la
iglesia. Estos temas son importantes para todo creyente y no menos para los que
ministran en la iglesia.
A pesar de la amplia oferta de formación intelectual y profesional existente, es notorio que, en nuestros días, hay una deficiencia de liderazgo oportuno, no solo en el terreno político, social y familiar sino también en el terreno eclesiástico. Este curso quiere levantar la importancia de la formación espiritual, dando énfasis en la pedagogía espiritual, basada en la influencia de Dios desde el interior del hombre nacido de nuevo, destacando especialmente la influencia/relación paternal, los recursos espirituales de Dios y una metodología y disciplina oportuna para que nuestro desarrollo y crecimiento sea efectivo y exitoso.
Las Epístolas Paulinas corresponden a una tercera parte del Nuevo Testamento. En este curso las estudiaremos siguiendo los viajes del apóstol Pablo para saber dónde las escribió y el propósito por el cual las envió. Conociendo el trasfondo histórico podremos, con mayor facilidad, entender las llamadas epístolas doctrinales, carcelarias, pastorales y escatológicas de Pablo. La vida y ministerio de Pablo es de vital importancia para la expansión de la iglesia. Las cartas que escribió siguen impactando y guiándonos hasta el día de hoy. Dios llamó a Pablo para transformar vidas y revelar sus planes para la humanidad. En Cristo se ha manifestado su amor al salvarnos por gracia. Necesitamos estudiar las cartas de Pablo para comunicar al mundo esta verdad.
Esta primera parte de la historia del Cristianismo se extiende desde el siglo II al XV. En este curso conoceremos como la iglesia se defendió externamente de las persecuciones e internamente de las falsas doctrinas. Es un milagro que la iglesia sobreviviera desde los padres apostólicos hasta llegar a la Reforma. El que no conoce su pasado no se ubica en el presente para llegar al futuro glorioso de la iglesia. La iglesia es un cuerpo que ha estado y sigue en crecimiento hasta llegar a la estatura de Cristo.
Estudiar lo que ha sucedido con la iglesia es encontrar las raíces de lo que acontece en el mundo hoy. Durante la Reforma se fueron recobrando las doctrinas necesarias para dejar las tradiciones. Las experiencias de salvación dieron libertad a la vida espiritual necesaria para confrontar los cambios sociales de su época. El tiempo de los grandes avivamientos había llegado y Dios estaba cambiando la historia por medio de la iglesia. El siglo XX vino a ser una explosión del Espíritu Santo nunca visto antes.
Bienvenido al mundo del mentoreo. En este curso, de cuatro sesiones, conocerás lo básico que debes saber acerca de un programa de mentoreo. Aún cuando lo que se enseña en estas cuatro sesiones puede aplicarse en diferentes contextos de la iglesia, el enfoque principal de este entrenamiento está dirigido a los pastores que acompañarán a sembradores de iglesias en procesos de multiplicación desde sus iglesias madres.
Homilética es la forma efectiva de comunicar la palabra de Dios desde el púlpito o en una conversación con un amigo. En este curso estudiaremos las formas desarrolladas durante la historia de la iglesia, aprendiendo a preparar un mensaje o presentar un tema. Veremos cómo buscar un texto, hacer un bosquejo y captar la atención de una audiencia. Este curso es para todos los creyentes que quieren usar la palabra de Dios a fin de cambiar vidas.
Aunque gran parte de esta clase se puede aplicar a cualquier iglesia que crea y practique la expansión de su ministerio, el tema principal es la plantación de nuevas iglesias, “semillas”, como estrategia de expansión del Reino de Dios en nuestras comunidades.
Por causa de la prominencia de la profecía en la Escritura, han aparecido muchos y excelentes libros relacionados con temas proféticos. Sin embargo, hasta hace poco tiempo, el tratamiento de la profecía ha sido o apologético o expositivo, siendo desarrollado de manera individual, separado de su relación con el conjunto del programa profético revelado.
El estudio cuidadoso de la geografía bíblica es importante, debido a que estas regiones han ejercido una enorme influencia sobre nuestro mundo occidental. No solo en detalles como el alfabeto, la metalurgia, la astronomía, la medicina, etc., sino, también, en la herencia recibida de la creencia judeocristiana.
A través de la teología bíblica y sistemática, la doctrina descubre el lugar que merece en el pensamiento y la educación cristiana. Es de suma importancia que cada cristiano(a) conozca la verdad convincente y cristalina que emana de la Palabra de Dios.
La Torá, o Ley de Moisés, contiene el corazón del mensaje de la Biblia, que revela su importancia teológica en las famosas palabras del Shemá: «Oye, Israel: El Señor, nuestro Dios, el Señor uno es» (Dt 6.4). Este mensaje pone de relieve la doctrina primordial de la revelación bíblica: ¡Dios es uno! Y esta gran afirmación teológica y monoteísta llegó a convertirse en esencia de la fe cristiana.
El evangelio de San Juan es el más extraordinario y quizás el más valioso de los que forman el cuarteto de evangelios canónicos. Es muy diferente en estructura y en estilo, aunque se ocupa del mismo amplio desarrollo de acontecimientos que hallamos en las páginas de los otros. No contiene parábolas y apenas siete milagros, cinco de los cuales no se recuerdan en ninguna otra parte.
En esta clase nos introducimos en los grandes principios de la interpretación; en cómo entender los símbolos de pactos, parábolas y profecías en la Biblia, incluyendo recursos prácticos como una reseña de las escrituras, armonía de los evangelios y un resumen de la historia de la Biblia. Muy útil para ayudarnos a investigar las Escrituras y descubrir su significado y trascendencia.
Durante largo tiempo, dentro del pueblo evangélico, hemos considerado innecesario estructurar teológicamente nuestras creencias. Sin embargo, esa estructura es imprescindible, a fin de fortalecer la fe y proveer a la iglesia de defensas, para evitar que sea vapuleada por cualquier viento de doctrina.